A diferencia de la anterior versión del sistema operativo de Google para móviles y tabletas, la versión Android 4.1 Jelly Bean está teniendo un crecimiento mucho más veloz.
Una de las ventajas de este proceso de actualización está relacionado con el hardware. A diferencia de Ice Cream Sandwich, los teléfonos nuevos que deseen pasar a Jelly Bean tienen menos requerimientos que los que sufrían los usuarios antes de saltar a Ice Cream Sandwich.
De los análisis surge una tasa de expansión muy superior, con Jelly Bean consiguiendo en 1 mes lo que Ice Cream Sandwich ha logrado en un extenso período de casi 7 meses. Parece que Google aprendió del proceso de actualización de ICS y ahora está trabajando en reducir la fragmentación de móviles y acelerar el paso a Jelly Bean sin complicaciones.
Vía: TechnoTechz